Antonio José de Sucre (1826-1828)

El Mariscal Antonio José de Sucre, fue el segundo presidente de la República de Bolivia; originario de la ciudad venezolana de Cumaná, hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá, nacido en 1795.

A sus 15 años se fue a la capital de Venezuela, Caracas a estudiar ingeniería militar, allí participó en la revolución y estuvo con Bolívar, cuando éste fue a la Nueva Granada, actual Colombia, con la misión libertaria.

Venció en Pichincha, Ecuador y Ayacucho de Perú, batallas importantes para la consolidación de las nuevas naciones americanas.

Fue presidente de Bolivia de 1826-1828. Mariana Carcelén y Larrea, marquesa de Solanda fue su esposa, quien le dio una hija.

Lo que más destacó a Antonio José de Sucre fue su carácter, pues siempre actuó con fidelidad para los amigos, lo que fue demostrado en su apoyo incondicional a Simón Bolívar, su honestidad en sus acciones y la falta de ambición personal, hecho muy evidente cuando su figura deslumbró en el panorama boliviano y él accedió a la presidencia muy a pesar suyo, pues nunca persiguió el mando político.

Para la administración de Bolivia creó dos secretarías de Estado, hoy ministerios, uno de gobierno y otro de hacienda.

Fue en su gobierno que se creó el departamento de Oruro, el 1 de septiembre a solicitud de los diputados por Oruro José María Dalence, Francisco Palazuelos e Hidalgo Moscoso.

Sucre gobernaba por decretos, el 29 de marzo de 1826 promulgó uno con respecto a las organizaciones religiosas que, en el caso de Oruro, resultó un golpe de gracia a su ya disminuida vida eclesiástica.

Se trataba de una forma de racionalización de la vida conventual; de hecho, de supresión de los conventos que funcionaban con número menor a doce ordenados. Las rentas de los conventos suprimidos debían solventar el funcionamiento de establecimientos públicos de enseñanza. Las imágenes de culto, alteres, libros de coro, vasos sagrados, ornamentos y demás utensilios, destinados a las parroquias pobres de cada diócesis, bajo fiscalización de los prefectos.

Para ese tiempo en Oruro había conventos dominicos, franciscanos, mercedarios y agustinos, y el decreto de Sucre disponía sólo el funcionamiento del convento de San Agustín.

Sucre fue en Berruecos, cerca de Pasto, en Colombia, víctima de un asesinato que se produjo en circunstancias oscuras, el 4 junio de 1830.