Uno de los hechos más relevantes de la Guerra de los 15 años, fue la Revolución de Oruro protagonizada el 6 de Octubre de 1810, que aportó a la independencia de lo que a futuro sería la República de Bolivia. Hoy se recuerdan 203 años de esa gesta encabezada por Tomás Barrón, quien entonces se convirtió en el gobernador de la Villa de Oruro.
La historia refiere que el español y ministro contador de las Cajas Reales, José María Sánchez Chávez escribió al caudillo de las tropas realistas de Goyoneche, acerca de la deserción de los soldados de teniente coronel Francisco del Rivero y posterior levantamiento de Cochabamba, además de alertar posibles acciones en contra de la monarquía. Este hecho ocurrió a fines de septiembre de 1810.
Ya para los primeros días de octubre, el presidente Vicente Nieto instruyó a las autoridades de Oruro reclutar gente para el ejército que se alistaba en Potosí contra los patriotas.
El 6 de Octubre de 1810, el cabildo estaba reunido en Oruro y se consideraba las instrucciones de Nieto. Al anochecer sonaron las campanas de la Iglesia Matriz, con la finalidad de convocar a toda la población. La gente se reunió frente al Ayuntamiento (actual plaza Manuel de Castro y Padilla) en medio de gritos de "Viva la Patria".
Ese hecho estaba organizado por el líder Tomás Barrón quien era subdelegado de hacienda y de guerra, junto a él estaban el regidor y alcalde mayor, José Mariano del Castillo; y el alcalde ordinario de primer voto, José Antonio Ramallo.
El pueblo se amotinó en contra de la corona, hecho que acobardó a los españoles, ya que Sánchez intentó poner orden en la urbe, sin embargo, los pocos soldados que tenían al mando terminaron por encerrarse en la casa de las Cajas Reales.
Tomás Barrón fue el encargado de asumir la cabeza de la revolución y el pueblo que un día antes estaba bajo el manto de la dominación española, para ese día, respiraban aires de libertad. El cabildo que estaba reunido en la noche, se volvió a congregar para determinar varias acciones, entre ellas, que el cabildo no tenía autoridad para decidir el traslado de las Cajas Reales a La Paz como quería hacerlo Sánchez Chávez.
Para el 8 de octubre, los españoles abandonaron la Villa de Oruro y se convocó a un cabildo revolucionario, cuya misión fundamental era la de constituir un gobierno, que estaba formado por los líderes mencionados: José Antonio Ramallo, José Mariano del Castillo y Tomás Barrón, quien fue nombrado como gobernador de la Villa de Oruro.
Asimismo, se aprobaron tres puntos: Reconocer obedientemente a la Junta Gubernativa de Buenos Aires; reconocer y apoyar la revolución de Cochabamba y su gobierno; preservar el dinero de las Cajas Reales para la causa, y organizar milicias con voluntarios. Aquí existe un gran detalle que debe ser considerado, ya que después de los alzamientos de Cochabamba y Oruro se aseguró el desplazamiento en el Alto Perú de las tropas del Primer Ejército Auxiliar argentino, lo que posibilitó la futura independencia.
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